martes, 6 de septiembre de 2011

El angel de la muerte

En la Bi@!#, la muerte aparece retratada como un ser enviado por Dios, pero inferior a un ángel. Se trata de un ser privado de toda energía voluntaria. En algunas ocasiones se lo llama "Azrael" o "Samael". En distintos pasajes, se describen ángeles matando a los primogénitos de los egipcios o a los habitantes de Jerusalén. En el libro de Job se califica a los ángeles con el nombre "Memitim" -que significa "destructor"- o como "ángeles de la muerte".


Según el Judaísmo
Se dice que el ángel de la muerte fue creado por Dios en el Primer Día... Su casa está en cielo, tiene doce alas y posee muchos ojos. A la hora de la muerte de alguna persona, se encuentra de pie aferrando una espada de la cual pende una gota. Tan pronto como el hombre debe morir ve al ángel, éste lo agarra y abre su boca, depositando la gota dentro de ella. Apenas siente su sabor, la persona muere con el rostro color amarillo. Gracias a esta leyenda se origina la frase conocida como "el gusto de la muerte".

Esto significa que, para el Judaísmo, el alma se escapa a través de la boca o -como se indica en otro lugar- a través de la garganta. Por eso, el "ángel de la muerte" se para frente a la víctima: la espada del ángel de la muerte indica que se trata de un guerrero que mata tanto a niños como a hombres sin dudar. En algunas representaciones iconográficas aparecen cuchillos en vez de espadas.

También se hace referencia a la cuerda del ángel de la muerte, que indica muerte por sofocación. De los cuatro métodos judíos de ejecución, tres de ellos se vinculan al ángel de la muerte: quemando (vertiendo plomo caliente bajo la garganta de la víctima), matando (decapitando) y sofocando.

Cabe destacar que el ángel de la muerte administra el castigo particular que Dios ha otorgado para la purificación del pecado. Este ser es capaz de adquirir aquella forma física que mejor responda a los propósitos encomendados.
Azrael es uno de los nombres que recibe el ángel de la muerte. También llamado Abou-Jaria por los musulmanes y Mordad  entre los persas, tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas.  Según cuenta la tradición, Dios envió a cuatro de sus arcángeles para buscaran polvo de las cuatro esquinas de la tierra para crear a Adán a su imagen y semejanza.  De los cuatros arcángeles enviados –Michael, Israfel, Gabriel y Azrael-, solamente Azrael pudo cumplir el recado y trajo ante Dios el polvo del cual creó a Adán. Por esta acción, Dios le dio a Azrael la misión de ser el ángel encargado de separar el alma o espíritu de los cuerpos de los seres humanos; de esta forma Azrael se convirtió en el Ángel de la Muerte.
Es conocido como el Ángel de la Muerte entre los judíos y musulmanes, y es la derivación del nombre árabe Izrail, el cual aparece en el Corán y significa “Quien a Dios ayuda”. También aparece en el Corán como Malaikat Al-Maut, que es una traducción literal de “ángel de la muerte”. También se deletrea Azrail, Ashriel, Azaril, Azriel, y Ozryel, e incluso aparece en los escritos del hereje cristiano Marción, donde es mencionado como el ángel de la Ley.
Generalmente se le describe como un arcángel bajo las órdenes de Dios, y no como otras  personificaciones más lúgubres de la muerte. Dependiendo del punto de vista de las diferentes religiones en las que figura, éste reside en diferentes lugares, pero el más habitual es el tercer cielo. Se dice de él que  una vez cada 13 mil años es asignado como ángel guardián a una persona muy especial, que será afortunada más allá de los demás. Azrael es el arcángel de la muerte, pero en su buen sentido. Él dice que no debemos temer a la muerte ya que en ella está la paz eterna.  Una de sus principales misiones es la de rescatar las almas que fueron injustamente al infierno. Él ha renunciado al cielo y tiene un coro (ejército de ángeles) a su cargo. Es el único ángel que puede viajar entre el cielo y el infierno, entre la luz y la oscuridad; cuando no está en el tercer cielo o entre los humanos, tiene su lugar por encima de los arcángeles Miguel y Gabriel.



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